El Ministerio de Salud y Protección Social anunció nuevas directrices de contingencia para las entidades territoriales del país, con el objetivo de mitigar los efectos negativos que trae consigo la segunda temporada de lluvias y la posible llegada del fenómeno de “La Niña”. Esta medida busca garantizar una respuesta efectiva y oportuna a los riesgos que amenazan la salud de las comunidades afectadas.
Las directrices, actualizadas recientemente, responden a las alertas emitidas por las autoridades meteorológicas sobre el incremento de las precipitaciones, un evento que podría intensificarse con la presencia de “La Niña”. Esta fase climática, caracterizada por el enfriamiento de las aguas del Pacífico y su impacto en las condiciones meteorológicas globales, ha traído históricamente lluvias abundantes al territorio colombiano, lo que incrementa el riesgo de inundaciones, deslizamientos y brotes de enfermedades.
Acciones prioritarias para las Entidades Territoriales de Salud
El Ministerio ha establecido una serie de acciones prioritarias dirigidas a las Entidades Territoriales de Salud (ETS) con el fin de preparar una respuesta adecuada a la situación de emergencia que podría agravarse con el fenómeno de “La Niña”. Entre las principales acciones figuran:
- Identificación de zonas vulnerables: Las ETS deben trabajar en la identificación de sectores urbanos y rurales que son especialmente vulnerables a las inundaciones y deslizamientos. Esta labor debe ser desarrollada en coordinación con los comités de gestión del riesgo, para evaluar los posibles efectos en la salud de las comunidades.
- Actualización de planes de contingencia: El Ministerio ha enfatizado la importancia de revisar y actualizar los planes de contingencia existentes, priorizando aquellas acciones relacionadas con la preparación y la respuesta inmediata a emergencias. Esto incluye la asignación adecuada de recursos y la logística necesaria para asistir a las zonas afectadas.
- Fortalecimiento de centros de reserva: Con el propósito de garantizar una atención oportuna a la población afectada, se está fortaleciendo la infraestructura de los centros de reserva del sector salud. Esto implica dotar los centros con insumos esenciales y medicamentos, de manera que puedan atender eficazmente las demandas de emergencia.
- Incremento de la vigilancia epidemiológica: Debido al incremento de las lluvias, se prevé un aumento en la incidencia de enfermedades como las infecciones respiratorias agudas (IRA), enfermedades transmitidas por vectores (dengue, malaria, chikungunya y zika) y enfermedades vehiculizadas por agua (como las enfermedades diarreicas agudas -EDA-, hepatitis A y fiebre tifoidea). Para enfrentar esta amenaza, se ha decidido reforzar la vigilancia epidemiológica, con el fin de detectar brotes a tiempo y actuar de manera preventiva.
- Promoción de entornos saludables: En aras de proteger a la población, el Ministerio ha propuesto la implementación de estrategias que promuevan entornos saludables en hogares, escuelas y comunidades. Estas iniciativas buscan reducir el riesgo de enfermedades a través de la sensibilización y la educación de las personas sobre cómo prevenir los efectos negativos asociados a la temporada de lluvias.
Recomendaciones para la comunidad
El Ministerio también emitió una serie de recomendaciones dirigidas a la comunidad, con el objetivo de minimizar los riesgos que surgen con la temporada de lluvias. Estas recomendaciones son esenciales para que cada individuo pueda contribuir a la mitigación de los efectos de “La Niña” en su entorno inmediato:
- Mantener limpios los desagües y alcantarillas para prevenir inundaciones y asegurar el flujo adecuado del agua.
- Evitar la acumulación de agua en recipientes con el fin de controlar los criaderos de mosquitos y reducir la propagación de enfermedades transmitidas por vectores.
- Utilizar agua potable para consumo, asegurándose de hervirla o desinfectarla en caso de no contar con una fuente segura.
- Disponer adecuadamente los residuos sólidos para evitar la proliferación de plagas.
- Usar mosquiteros y repelentes como medidas de prevención contra los mosquitos transmisores de enfermedades.
- Asegurar la ventilación y limpieza de áreas cerradas para evitar la aparición de moho, que puede causar complicaciones respiratorias.
- Mantener el entorno libre de escombros y basuras que puedan obstruir el paso del agua y generar condiciones insalubres.
- Evitar dejar llantas y objetos en patios o áreas abiertas que puedan acumular agua, los cuales son potenciales criaderos de mosquitos.
Estas recomendaciones, aunque sencillas, representan medidas cruciales para reducir el impacto de las lluvias en la salud de la población y evitar complicaciones derivadas del fenómeno de “La Niña”.
Importancia de la coordinación interinstitucional
El Ministerio de Salud hizo hincapié en la importancia de una articulación efectiva entre las entidades territoriales, los comités de gestión del riesgo y la comunidad, como un factor clave para fortalecer la respuesta ante emergencias. Esta coordinación busca asegurar que las acciones se ejecuten de manera eficiente y se prioricen los recursos donde sean más necesarios.
Asimismo, se destacó la necesidad de promover una comunicación clara y accesible, que incluya mensajes clave sobre la prevención y el manejo de las emergencias, así como el uso de plataformas digitales para mantener a la población informada sobre la evolución de las condiciones meteorológicas y las medidas que se deben seguir. En este sentido, el Ministerio invita a la comunidad a consultar información específica sobre la temporada de lluvias en el enlace “Especial Ola Invernal – Recomendaciones para la Comunidad”, donde se proporcionan consejos prácticos para afrontar esta situación.
Retos en salud pública frente al fenómeno de “la niña”
El fenómeno de “La Niña” y las lluvias intensas que trae consigo representan retos significativos para la salud pública en Colombia. Las inundaciones y deslizamientos pueden dejar a comunidades enteras sin acceso a servicios básicos, como agua potable y saneamiento, lo que incrementa el riesgo de enfermedades transmitidas por el agua y vectores.
En este contexto, la vigilancia epidemiológica se convierte en una herramienta fundamental para detectar brotes de enfermedades y contener su propagación de manera oportuna. El fortalecimiento de los centros de reserva, junto con la actualización de los planes de contingencia, forma parte de la estrategia del Ministerio para enfrentar los efectos adversos del cambio climático y las emergencias que de él se derivan.